¿Por qué ser profesor?
¿Por
qué de geografía?
La segunda pregunta es: ¿por
qué elegir ser profesor de Geografía? Una respuesta provisional y no acabada
tiene que ver con el interés por la naturaleza y las acciones de los seres
humanos; en estas relaciones de la sociedad y la naturaleza es donde se
encuentra la explicación primigenia e integradora que lleva al docente a entender
el espacio y el tiempo en las particularidades de un mundo cambiante que se
muestra como totalidad compleja, y es digno de ser estudiado.
Ser profesor y de geografía,
implica tomar dos decisiones personales; una, permeada por la afinidad y la
posición social y cultural que busca como proyecto de vida; y otra, que
responde al interés de incorporarse laboralmente en el ámbito profesional de su
preferencia.
La identidad profesional de
los maestros que enseñan Geografía está formada por aspectos como la necesidad
de reflexionar sobre la inserción en un campo profesional desde el origen
social, la condición de género, las expectativas y concepciones en torno a la
escolaridad, el tránsito por la formación y la trayectoria en el ejercicio de
la profesión, hasta las opciones de futuro elaboradas desde el presente.
Los
perfiles profesionales.
La trascendencia social y
cultural del trabajo de los profesores constituye la razón principal de su
práctica educativa, la cual requiere de maestros comprometidos con la ciencia,
la tecnología y el conocimiento, y también con el desarrollo humano, la mejora
económica y la sustentabilidad del ambiente.
Según datos de DGESPE
(2009), existen 492 escuelas normales, de las cuales 297 (61%) son públicas y
193 (39%) privadas, y sólo 32% ofrecen la formación de profesores de
secundaria. Este porcentaje de escuelas normales ha descendido su matrícula
alrededor de 50% en los últimos 10 años, y no precisamente por deserción o
reprobación, ya que sólo 3% de los alumnos inscritos en ellas no terminan sus
estudios.
Con base en los datos de
2004 de la SEP, se puede estimar que dos tercios del total de los profesores de
Geografía en servicio han egresado de las escuelas normales, en tanto que un
tercio lo hizo de otras instituciones, en su mayoría de universidades.
Del total de profesores
normalistas, 63% tienen como grado máximo de estudios la educación normal, 20%
estudios de otras licenciaturas, 10% ambas formaciones y sólo 13% ha cursado
algún posgrado. Sólo 10% de los profesores de secundarias generales y 5% de los
de secundarias técnicas tienen la formación normalista en la especialidad de
geografía (SEP, 2004).
Con datos de 2009 de SEP, se
aprecia que 53% de los profesores que enseñan Geografía en secundaria,
egresaron de la escuela normal, 32% de universidad, 7% del instituto y de 8% no
se tienen datos.
Los perfiles deben
orientarse hacia el desarrollo de los elementos teóricos, metodológicos e
instrumentales que exige la educación actualmente, así como al reconocimiento
de las habilidades intelectuales y al desarrollo de actitudes y valores que
permitan la formación de docentes con una actuación autónoma en una diversidad
de ambientes y comunidades de aprendizaje.
La existencia de profesores
de Geografía se da principalmente entre los que la enseñan en la escuela
secundaria, ya que sólo una minoría, que no llega a 1%, se dedica también a la
educación preescolar o primaria. Asimismo, menos de 1%, labora en la educación
media superior, normal o educación superior (SEP, 2004).
Las
trayectorias en el aula.
La trayectoria es el
tránsito del maestro desde su formación hasta las prácticas laborales en las
que ha intervenido empleando los saberes especializados, producto de su
formación y de los intereses y contextos sociales e institucionales de su
acción profesional.
Las formas de tener acceso
al empleo recrean y reconstruyen los conocimientos, saberes, prácticas y
sentidos del ejercicio docente que se establecen en el interior del grupo
profesional. Una condición particular de los profesores es saber que su vida
profesional transitará a través del empleo como docente, donde no se vislumbra
inicialmente de forma clara y evidente otras tareas que son consustanciales a
la docencia, como la investigación de su práctica docente o la adopción de
cargos académicos o administrativos que terminan por configurar otras
trayectorias profesionales.
El ingreso al servicio
docente, según los profesores, debe hacerse mediante el establecimiento de una
normatividad rigurosa, con la realización de concursos de oposición, la
definición de perfiles profesionales específicos y la garantía de imparcialidad
en los procesos de ingreso, el ingreso económico promedio de los profesores
apenas supera las condiciones mínimas necesarias para garantizar una calidad de
vida que les permita dedicarse en forma exclusiva a la docencia; en muchos
casos, los docentes tienen que complementar el ingreso con actividades
económicas no profesionales, debido a que su perfil docente no les ofrece otras
opciones atractivas de empleo profesional.
Representa la situación que
prevalece entre todos los docentes de la educación básica; por ello, las
trayectorias de vida profesional son fácilmente predecibles para las nuevas
generaciones de profesores que se incorporan al trabajo docente.
Las competencias docentes
pueden asociarse a varias perspectivas; una de ellas es la racionalidad técnica
de la filosofía positivista, la cual postula que los profesionales resuelven
problemas instrumentales bien estructurados mediante la aplicación rigurosa de
las teorías y técnicas que se derivan del conocimiento científico.
El desarrollo de las
competencias desde los diferentes paradigmas educativos se basa en posibilitar
los aprendizajes por medio de la interacción, donde todos aprenden de todos en
forma diversificada, constituyendo ambientes de aprendizaje con contenidos,
estrategias, materiales, recursos y situaciones significativas que hacen de
cada proceso de aprendizaje, un aprendizaje permanente, Justamente ahí están
los retos de los docentes en la enseñanza y el aprendizaje de la geografía,
hacia los niños y jóvenes que conformarán las sociedades del futuro.
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